Las criptomonedas están en auge, están por todas partes. A estas alturas, todos hemos escuchado de ellas y muchos predicen que tarde o temprano se volverán la forma de intercambio de facto en el mundo y no lo dudo. Sin embargo, lo que no es tan conocido es la misteriosa historia detrás de la primera y mas popular de ellas, el Bitcoin.
Imaginen la siguiente historia que parece sacada de una rebuscada película de ficción.
Un día, una persona prácticamente desconocida plantea un rebuscado esquema para una nueva moneda basada en criptografía. Lo hace virtualmente, en un foro lleno de expertos en criptografía. Luego de convencer a algunos, expone un extenso documento describiendo todo el intricado proceso matemático para la generación de la moneda y todo un esquema que garantiza la seguridad y respaldo de la información, que hoy en día se conoce como blockchain. Adicionalmente, propone un método al que llama “prueba de trabajo”, para garantizar que no exista fraude en la generación de monedas y también premiar a quienes realicen las exhaustivas labores de ejecutar algoritmos matemáticos complicados, labor que actualmente acuña el nombre de minado.
Hasta allí, todos pensaban que este aparente genio era un personaje real, algún geek experto en criptografía o algún profesor de matemáticas con mucho tiempo entre sus manos, pero algo no cuadraba. Nakamoto, con un apellido aparentemente japonés, no se conectaba desde Japón. El uso horario que usaba para proveer las primeras directrices en la creación de la nueva moneda no coincidían con Japón y cuando se intrigaron aún más por conocer detalles del personaje, no encontraron rastro alguno. De hecho, ya era raro que el extenso documento de Nakamoto estuviera escrito en perfecto inglés, no parecía escrito por alguien que use inglés como segunda lengua. Han pasado muchos años desde esos días y hasta el día de hoy nadie ha podido dar con su verdadera identidad; ni siquiera agencias de gobierno en el mundo. Llegó un punto en que todos estaban buscando a Nakamoto, ya sea por curiosidad o para agradecerle o culparlo de algo.
Pero la historia no termina allí. Cuando los expertos se comenzaron a interesar en la idea del Bitcoin, se comenzaron a rascar la cabeza, pensando cómo hacer que todo esto funcione. Nakamoto apareció nuevamente, de la nada, y les dio el código de todos los algoritmos necesarios para comenzar a implementar la idea, algoritmos que hasta hoy se usan. Sí, así sin más.
Finalmente, y para aceitar mas el naciente concepto, Nakamoto se las ingenió para registrar un dominio de Internet desde el anonimato. El dominio bitcoin.org aun se usa. A los pocos días, las primeras monedas fueron generadas. El esquema de Nakamoto era tan perfecto que es virtualmente imposible saber quién es el tenedor de aquellas primeras monedas. La información está protegida por un esquema de anonimato y privacidad.
Muchos especulan que Nakamoto no es una persona, sino una agencia, debido a que su intricado mecanismo no podría haber sido generado por un sólo individuo, que se conecta por las noches a Internet para tratar de resquebrajar el status quo… y bueno, en realidad hace algo de sentido. A mí, me ha llamado mucho la atención la identidad este misterioso personaje y me hace recordar hace algún tiempo, cuando estaba investigando a un personaje histórico y una amiga historiadora me dio un consejo y me dijo “follow de money”.
Entonces, recordando aquella anécdota personal, comencé a pensar. ¿A quién benefician las criptomonedas? ¿A quién le podría beneficiar todo el trabajo de Nakamoto? ¿Quién hace dinero con ellas, así suban o bajen de precio?. ¿Quién podría estar detrás de Nakamoto?
¿Si Nakamoto fuese una compañía, cuál sería?
Pues, hay algunas opciones y muchos han planteado alternativas, pero claro, todas las compañías señaladas han negado categóricamente su involucramiento o relación con el personaje. En parte, se especula, porque en sus primeros días, debido al anonimato intrínseco de la moneda, muchos hampones hicieron uso de ella para traficar con drogas o armas y como es lógico, nadie quiere estar relacionado con esto. Pero a pesar de todo, muchas de las grandes compañías multinacionales tienen inversiones en criptomonedas. Basta observar todo el debate que se armó hace poco con Elon Musk y su confesión de que tiene miles de millones en crypto (abreviación de criptomonedas).
Pero, de nuevo, si Nakamoto fuese una compañía, cuál sería?
Tengo una hipótesis y tiene que ver con un beneficiario oculto de los complejísimos algoritmos informáticos empleados en la generación de las criptomonedas. La cantidad de hardware de computo necesario para ejecutar estos algoritmos en la actualidad es brutal. Las imágenes de millones de computadoras ejecutando códigos en galpones en China han circulado por el mundo. De manera análoga a un granjero criando gallinas, estos galpones están llenos de computadoras minando bitcoins u otras criptomonedas. Parece una realidad paralela sacada de una novela de ciencia ficción.
Pero pasa algo más. Este hardware no es cualquier hardware. Se trata de tarjetas de procesamientos gráficos avanzados, igual a las tarjetas que se emplean en computadoras para gamers, también llamadas tarjetas GPU.
El asunto es que estas tarjetas no crecen en los árboles. Hay 2 compañías que entre ambas controlan el mercado de GPUs y la demanda se ha disparado de tal forma que, al día de hoy, se ha comenzado a volver difícil hacerse de una tarjeta de procesamiento gráfico de alta gama, a pesar de su altísimo precio. Pueden llegar a costar más de 10 mil dólares cada una!. La demanda es tan grande, que los fabricantes no se dan abasto.
Estas compañías son NVIDIA y AMD. ¿Será una de ellas Nakamoto? ¿O serán ambas, al mismo tiempo?
Claro, se puede decir también que las GPUs se usan para otras cosas, como para la naciente rama de la inteligencia artificial y deep learning. Sí, se puede decir que en parte es eso, pero nadie quiere revelar cuántas de las tarjetas producidas por estas compañías se destinan al minado de bitcoins. Lo que sí se sabe es que son millones.
Ahora, veamos unos números rápido. Veamos la evolución del stock market price para estas 2 compañías y veamos cómo han crecido enormemente en los últimos años, gracias, entre otras cosas al minado de criptomonedas.
Interesante, verdad?
Entre ambas compañías se reportaron ingresos directos por cerca de 20,000 millones de dólares el año pasado (2020). Si creías que minar oro era EL negocio, no tienes idea de lo que es minar bitcoins.
Precios de algunas tarjetas gráficas de alta gama en Amazon. Como para infartarse, verdad?
Al final, puede parecer una hipótesis descabellada, pero ya saben lo que dicen por allí… follow the money.