No cabe duda que la pandemia del COVID19 ha sido terrible para la humanidad, pero si de algún modo tenemos que buscarle un lado positivo es que sin duda ha acelerado la adopción de algunas nuevas tecnologías. ¿Tecnologías beneficiosas para humanidad? No lo sabemos todavía, lo que sí se sabe es que el cambio ya es irreversible.
Estas nuevas tecnologías adoptadas sin duda representan negocio para alguien. Miren por ejemplo a Zoom, la plataforma para video conferencias, no muy conocida antes de la pandemia y ahora, una de las compañías top a nivel mundial. Hagamos un análisis de esta y otras tendencias.
Teleconferencias con valor agregado
Zoom no es la única. Existen muchas compañías ofreciendo este servicio actualmente. El asunto aquí, según mi punto de vista, es que esta tecnología pronto será un commodity, de hecho ya está en todas partes y mucha de la oferta es gratuita, así que las compañías que ofrecen este servicio deberían estar pensando en agregarle valor a su oferta de productos o encontrar nichos adecuados para ganar dinero. Si lo hacen, pueden ganar mucho dinero.
Teletrabajo y contact centers @home
Sin lugar a dudas, las ventajas de trabajar en casa se han vuelto evidentes con la pandemia. Menos movilidad, menos pérdida de tiempo en transporte, etc.
Uno de los mercados a observar es el de los call centers o contact centers. Han existido desde hace décadas, no es nada nuevo, pero la modalidad de trabajo es idónea para el teletrabajo, que es lo que se ha disparado. Es decir, ya no hace falta contar con un gran espacio de oficina con largas mesas de computadoras enfiladas y agentes abarrotados. Con el ancho de banda actual, cualquiera puede realizar este trabajo desde casa.
Calidad de aire en interiores. Monitoreo de CO2.
El volver a la normalidad es todo un tema. Sin duda no será lo mismo de la noche a la mañana, volver a entrar a un restaurante o cualquier sitio cerrado no será igual y por una muy buena razón: el aire viciado en sitios cerrados ha sido identificado como uno de los principales coadyuvantes en el contagio de COVID19.
Para retomar la virtualidad habrá que monitorear la calidad de aire de espacios cerrados, pues ya se sabe que las medidas actuales que se toman en centros comerciales, como proveer de alcohol gel o un spray de alcohol no ayudan en la prevención.
Varios estudios se han realizado en este sentido y se ha encontrado una correlación entre la acumulación de CO2 (un producto de desecho de los seres humanos) y la carga viral, así que yo veo monitores de CO2 siendo colocados en espacios cerrados para poder evitar futuras propagaciones de enfermedades.
Telemedicina
Pues sí, a la mayoría le tocó llamar al médico por teléfono y muchos médicos cerraron sus consultorios, pero no han dejado de atender, atienden por Whatsapp o por video conferencia. El mercado seguramente convergirá a una plataforma especializada de atención médica. El estado del arte ya tiene todos los componentes para hacerlo.
Educación en línea
Según algunos reportes especializados es probable que el avance hacia la educación virtual no se desacelere con el paso de la pandemia sino que crezca aún mucho mas. La tendencia es que los usuarios prefieran cursos en línea, bajo demanda (asincrónicos) y divididos en bloques cortos, directos y atractivos. Muchos ya están capitalizando este tipo de educación como Coursera, Udemy y Doméstica. Otros están ganando momentum, como edX, la iniciativa del MIT y Harvard. Pero el pastel es muy grande, tan grande, que sin duda mucha más oferta se verá añadida en los próximos meses.
Criptomonedas con propósito
El Bitcoin fue sólo el inicio. La pandemia hizo que muchos reflexionemos sobre el valor del dinero. Quedó claro que las criptomonedas constituyen un medio seguro para almacenar dinero desde el punto de vista técnico, pues la tecnología de blockchain ha probado ser resistente a los mas feroces hackers. En este nuevo escenario, incluso los más conservadores inversionistas están pensando seriamente migrar parte de su portafolio a criptmonedas.
Pero lo que yo veo es que surgirá un nuevo tipo de moneda, donde hay un propósito detrás, este es el caso de monedas como Helium, que pretende desplegar una red comunitaria de telecomunicaciones de larga distancia, a bajo costo, de hecho Helium ha crecido tanto que ya hay muchas ciudades del mundo funcionando con su tecnología de telecomunicaciones, llamada LongFi y muchos usuarios ganando dinero.