El título puede sonar bizarro, pero a través de la historia la humanidad ha utilizado las sustancias más insólitas y peligrosas como parte de sus artículos de uso común. Este relato recopila algunos de los casos más horripilantes de productos peligrosos que han sido consumidos a través de todos los tiempos, algunas veces por ignorancia, otras por conveniencia o en beneficio de oscuros intereses.
Cuando era adolescente hubo una lectura que capturó mi atención entre los artículos que pululaban en la colección de revistas Selecciones de mi abuela. Como su nombre lo indica, esta revista “seleccionaba” las mejores publicaciones de la prensa y publicaba un compendio de interesantes artículos. La “crème de la crème”. No recuerdo el título exacto que leí, pero era algo como “Fue el envenenamiento con plomo la causa de la caída del Imperio Romano?”. El artículo sostenía que la locura de Nerón o Calígula, así como la de muchos miembros del ejército romano, se debía en parte a intoxicación con plomo, pues los romanos usaban plomo en sus aleaciones para fabricar ollas, vasijas e incluso tuberías para transportar agua, de allí viene la palabra “plomero”.
Cómo puede una sustancia, equivocadamente inofensiva, cambiar el rumbo de la historia?… El asunto me dejó pensando por un buen tiempo. Me dije: la humanidad pagó el precio de la ignorancia… Pero pronto descubrí que uno de los aditivos más populares de la gasolina de mis tiempos adolescentes era precisamente el plomo!. Llenamos la atmósfera de nuestro planeta con tal cantidad de plomo que tomará millones de años en volver a limpiarla. Aun no entiendo en qué parte se nos olvidó la historia de los romanos y cómo todos pudimos hacernos de la “vista gorda”. Aunque el plomo en la gasolina ya está prohibido en la mayoría del planeta, ya es muy tarde, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos respirarán aire envenenado.
Lo interesante de todo esto es que la historia se repite una y otra vez. El ser humano ha jugado con cosas que no conoce bien a través de todas las eras y así pasó también con otras sustancias realmente increíbles.
Elementos radioactivos en casa
Parece inverosímil que hayamos podido consumir esto, pero recordemos que la radioactividad es un descubrimiento relativamente nuevo (de poco más de un siglo) y al principio se desconocían sus efectos sobre la salud. Muchos de los primeros científicos que estudiaron elementos radioactivos murieron producto de su manipulación. A pesar de esto, no dejaba de ser algo muy novedoso y visto por muchos como una bendición, llamado a solucionar varios problemas de la humanidad, entre ellos el de la generación de energía. Este revolucionario descubrimiento no tardó mucho en convertirse en productos como pasta de dientes radioactiva, agua radiactiva milagrosa, juguetes para niños, entre otros.
En las décadas de los años 1930s y 40s la cantidad de productos que contenían sustancias radioactivas había crecido llegando hasta límites ridículos. Cualquier cosa que incluyera un elemento radioactivo era lo último en la moda. Se fabricaron desde relojes que brillaban en la oscuridad, lápices labiales, cigarrillos, hasta supositorios y condones radioactivos.
En la actualidad todavía se comercializan productos de uso masivo con compuestos radioactivos, como es el caso de ciertos detectores de humo o las mantas de Torio de las lámparas de camping a combustible. Sin embargo, se ha mencionado que la cantidad de compuesto radioactivo es tan pequeña, que su efecto no es nocivo para el ser humano. Usted lo cree?
Pues a pesar de ser “aparentemente” poca la cantidad elemento radioactivo en algunos detectores de humo, existe un caso ocurrido en USA en los años 90s, donde un individuo llamado David Hahn compró tantos detectores de humo con el fin de acumular sus componentes radioactivos que terminó fabricando un acelerador de partículas que posteriormente fue detectado y confiscado por la policía. David Hahn fue apodado por este incidente como “El hombre radiactivo”.
Un ejemplo más es un peculiar medicamento contra la diabetes, cuyo anuncio encontré en un diario de 1893. Se trata del VINO URANIADO PESQUI.
Los cancerígenos asbestos por doquier
Los asbestos (o amianto como se le denomina en algunos países) y sus derivados, fueron el omnipresente “aliado” de la humanidad durante mucho tiempo. Los encontramos en todo tipo de productos, principalmente de construcción y lo más grave es que esta sustancia aún habita entre nosotros.
El problema con estos minerales es que son cancerígenos. Sus efectos nocivos sobre la salud son conocidos desde hace muchísimo tiempo. Ya en el siglo I, un científico y naturalista del imperio romano, llamado Plinio el Viejo escribía sobre los efectos perjudiciales sobre los pulmones producidos por el uso de ropa con asbesto por los esclavos romanos. Así que, de nuevo, no podemos culpar solamente a la ignorancia.
En determinado momento era tan natural convivir con productos de asbesto que se comercializaba ropa de asbesto e incluso se jugaba con él. Este es el caso de la popular nieve de asbesto, que incluso se utilizó como sustituto de la nieve natural en varias películas de Hollywood. La icónica película de fines de los años 30s, el Mago de Oz, fue filmada usando este material. Aquí un vínculo a la escena de nieve de la película https://youtu.be/RG2keYgBiZc?t=166
El NCI (Instituto Nacional del Cáncer) una entidad gubernamental de los Estados Unidos de América ha puesto información disponible sobre el asbesto y sus riesgos en su sitio Web: NCI: Información sobre el Asbesto. La principal preocupación se centra en el cáncer de pulmón.
En gran parte de latinoamérica aun se comercializa un material para cubiertas bajo la marca Eternit, con una composición de aproximadamente del 10% de asbestos. La erosión de estos paneles libera lentamente partículas de asbesto nocivas en los hogares. En algunos países son altamente populares.
Un caso reciente y extremadamente alarmante es el del talco de bebé de Johnson & Johnson el cual hasta la fecha acumula más de 11 mil demandas de personas que dicen ser víctimas de cáncer producto del uso del talco.
Las drogas y alcaloides. No siempre fueron mal vistos.
Como sucede con otras sustancias, los efectos de estas drogas estimulantes no fueron bien conocidos en sus inicios. Algunos les inventaron usos como anestésicos y como reemplazo de otras drogas. A fines del siglo XIX una serie de productos salieron al mercado con contenido de Cocaína. Aunque usted no lo crea, a inicios del siglo XX incluso Coca-Cola usaba un extracto de hojas de coca en su producto, de allí su nombre. Muchos especulan que tenía casi 9 miligramos de cocaína por cada vaso. Les dejo con una reciente noticia de la cadena Fox News acerca del tema. http://www.foxnews.com/food-drink/2018/05/14/10-secrets-coca-cola.html
Es muy interesante conocer también, que John Pemberton, el creador de esta popular producto lo hizo con el interés de desarrollar una bebida que le sirviera como sustituto para dejar su adicción a la Morfina, tan de mala suerte que terminó adicto a su propia creación. En 1903 se dejó de utilizar cocaína en la bebida, pero en la actualidad todavía se utiliza una sustancia derivada de las hojas de coca, no alcaloide, en el popular producto. Coca-Cola, a través de sus subsidiarias es la única empresa en los Estados Unidos con permiso para importar coca de otros países.
Pero la cocaína no fue la única droga, la Heroína, la Morfina y el Cannabis, también fueron comercializadas en su momento en infinidad de productos “medicinales”. Hasta la conocida farmacéutica BAYER llegó a comercializar heroína en forma de jarabe para la tos. La cocaína y la morfina en cambio fueron recetadas para el dolor de dientes de los niños. A mediados del siglo XIX, un jarabe a base de morfina llamado Mrs. Winslow Shooting Syrup, fue popular remedio para los bebés que padecían dolor de encías, tras la aparición de sus primeros dientes.
En un antiguo anuncio publicado en 1874 por Diario Los Andes, de Guayaquil, Ecuador, se puede leer que publicita el uso de cigarrillos de cannabis para curar varias enfermedades como el asma, la tisis y hasta el insomnio.
El Plomo ya está en los huesos de todos nosotros
Ya hablamos del Plomo en la introducción del presente artículo, así que me centraré en enumerar algunos de los usos actuales del Plomo que puedan resultar peligrosos. Sí, aun se utiliza y en grandes cantidades, pues no se considera un gran peligro ya que en dosis bajas no representa un potencial peligro para la salud; pero lo que no se menciona frecuentemente es que el Plomo, una vez en nuestro cuerpo NUNCA sale de allí. Así es, este metal pesado se acumula. Podemos haberlo consumido en dosis pequeñas, aparentemente inofensivas, pero si nos encontramos expuestos de manera constante, tarde o temprano terminará acumulándose lo suficiente como para envenenarnos. El envenenamiento con Plomo también se conoce como Saturnismo y uno de sus síntomas frecuentes es la demencia. Sí, como la de Nerón o Calígula.
El uso del Plomo en la industria es tan grande y tan diverso que sólo podré mencionar algunos de los usos actuales, sin duda sólo un pequeño porcentaje del gran universo de artículos, pero trataré de enumerar los artículos comunes del día a día como: baterías de auto, contrapesos para neumáticos, pintura para cerámicas, soldadura, municiones.
Muchos países han prohibido el uso del Plomo en ciertos artículos de uso común como la gasolina o las pinturas de pared. También se ha prohibido el ingreso de electrónica soldada con Plomo en algunos países, entre ellos la Unión Europea. Esta última iniciativa es fácil de identificar en productos electrónicos marcados con las siglas RoHS (es decir libres de Plomo).
Lamentablemente tengo que decir al final de este apartado, que sea lo que sea que hagamos para evitar tener contacto con el Plomo, la principal fuente contaminante de Plomo en la actualidad (y por muchos millones de años más) es nuestra atmósfera. Gracias a las petroleras respiramos Plomo todos los días. Un artículo interesante acerca de esto se encuentra en el sitio de la BBC y les comparto lectura: https://www.bbc.com/mundo/noticias-40582316
Insecticidas, herbicidas y antibióticos
En este apartado más que analizar los usos pasados de estas sustancias, pues han sido innumerables, analizaré la realidad actual y la polémica que existe con algunas de estas sustancias.
Entre los insecticidas más polémicos sin duda hay que nombrar al glifosato. Décadas de lucha tratando de que se prohiba su uso completamente han sido en vano. Muchos no se dan cuenta de las implicaciones de este químico y piensan que si se usa racionalmente en los sembríos, cuando las plantas produzcan y su fruto se lave, los efectos del glifosato se minimizan, pero lamentablemente eso no es verdad. Basta analizar la problemática actual de la miel de abeja en Argentina.
Argentina es uno de los más grandes productores de miel de abeja del mundo, pero también produce mucha soja y el herbicida usado en este cultivo es el glifosato. Sucede que las abejas visitan los campos de soja y llevan inconscientemente el glifosato a sus colmenas. El resultado es miel de abeja contaminada con este veneno. Actualmente la Unión Europea ha prohibido el ingreso de miel de abeja contaminada con glifosato por los riesgos para la salud de sus habitantes.
Otro caso muy sonado es el del Triclosán, que a pesar de continuarse su uso como antibacteriano se ha prohibido su uso en alimentos y cosméticos. En 2017 más de 200 médicos elaboraron un documento llamado la Declaración de Florencia (https://ehp.niehs.nih.gov/doi/10.1289/ehp1788), donde se documentan los graves peligros para la salud. Lo INCREIBLE de todo esto saben qué es? Que probablemente usted todavía se lo esté metiendo a la boca. Pues sí, un producto ha logrado que la FDA y otros organismos todavía autoricen este ingrediente. Saben cómo se llama el producto? COLGATE TOTAL 12.